INCERTIDUMBRE EN GAROÑA
Cuando todos pensábamos que la central nuclear de Santa María de Garoña, tenía el futuro asegurado, al menos por una década más, resulta que son las empresas eléctricas propietarias de la central, las que ahora dicen que no solicitaran la renovación de sus permisos, cuando caduquen el próximo año y por lo tanto procederán al cierre y posterior liquidación.
Para Cantabria, es una mala noticia, pues la sede de administración y oficinas están en Santander y son numerosas las personas de esta tierra que trabajan en la central.
Nadie por el momento se explica la decisión del cierre, aunque todavía hay esperanza de reconsiderar la situación.
Da la impresión que todo pasa por valorar definitivamente las obras necesarias de cara al prolongar, al menos una década más, el funcionamiento de la central.
En definitiva, se cierne la incertidumbre, sobre los pueblos cercanos a Garoña y sobre los cientos de personas que trabajan en estas instalaciones.