LA CUARESMA UNA INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN
Ayer Miércoles de Ceniza, se inicio la Cuaresma .Este tiempo litúrgico debiera de ser para los cristianos un tiempo de reflexión, en el que en nuestro interior abriéramos profundos interrogantes sobre nuestra vida y sobre el momento actual que estamos viviendo en España.
Precisamente, en coincidencia con este tiempo, sabemos que según la fundación Foessa 11,6 millones de compatriotas viven bajo el umbral de la pobreza y 580.000 familias no tienen ingreso alguno.
Ante este escándalo social, ¿qué puede hacer el cristiano? No podemos escondernos y debemos ser conscientes de que estamos obligados a ser fermento en la masa y estamos obligados a luchar por una sociedad más justa y fraterna.
Sólo desde la caridad, que va mucho más allá que la justicia podremos arreglar esto y buscar nuevos sistemas económicos.
En los últimos años los dirigentes políticos que gobernaban España, se han llenado la boca de hablar del estado del bienestar, a la vista de los datos el fracaso ha sido absoluto, porque lo único que se ha logrado es profundizar en una sociedad dual de ricos y pobres, dejando en una complicada situación a las clases medias.
La sociedad en su conjunto esta anestesiada, parece preferir seguir rindiendo culto al dinero, al poder y al egoísmo incontrolado, es definitiva, es el gran pecado de esta sociedad en la que muchos se dicen creyentes, pero que en nombre de una falsa libertad, se niegan a secundar los planes divinos que dan sentido a la vida.